Cultura empresarial: 3 claves para un crecimiento fuerte y sano

Una de las premisas que nos ha acompañado a lo largo de nuestra trayectoria en MioGroup es la convicción de que las personas que formamos parte de la compañía somos lo más importante. Porque todo empieza aquí, en las personas y su talento. Y es a partir de ahí, de nuestros valores, filosofía, actitud, creencias… en definitiva, de nuestra cultura, lo que acaba convirtiéndonos en lo que somos, en cómo nos comportamos y en aquello que hace que otros confíen en nosotros. Al fin y al cabo, la reputación corporativa ha sido y será uno de los principales ejes de las estrategias de comunicación de las organizaciones ya que, además, su impacto se relaciona directamente con el negocio de la compañía.

Actualmente, es un auténtico reto para las empresas contar con una cultura corporativa fuerte y sana, especialmente, en un contexto donde el fácil acceso a la información y la creciente demanda de la sociedad por una mayor transparencia, hace que las empresas sean cada vez más conscientes de la necesidad de cuidar de su cultura.

Así, desde nuestra experiencia, os contamos a continuación una pequeña reflexión sobre tres de los aspectos más importantes que nos llevan a  cuidar de la cultura de nuestra compañía. Porque, como veremos al final, la cultura de una organización y su talento humano acaban repercutiendo tanto en la imagen de nuestra marca como en los resultados globales de la compañía, y por ello, será fundamental invertir tiempo, recursos y mucha dedicación.

 

1. Coherencia: elemento clave para mantener una cultura corporativa ejemplar

Afortunadamente, en el sector del marketing y la publicidad, la cultura corporativa es algo de lo que se habla mucho a menudo, algo de lo que debemos estar orgullosos ya que ayuda a dar importancia, visibilidad y transparencia al tema. Sin embargo, en muchas ocasiones, la realidad es que no existe una estrategia dedicada a trabajar la cultura de las organizaciones y, como consecuencia, no estamos hablando de una cultura sólida, inherente y, mucho menos, coherente.

Como estamos contando, la cultura de una empresa constituye el ADN de una compañía; la marca ha de respirar en todos los sentidos (mensajes, comunicaciones, imagen, trato con proveedores…) la cultura de la compañía. Es decir, ha de tener coherencia. No obstante, esto no es una tarea fácil, especialmente en aquellas empresas de gran tamaño o rápido crecimiento como puede ser nuestro caso. La integración de diferentes organizaciones supone un auténtico reto, no solo por la dificultad que supone aunar distintas empresas (y sus respectivas culturas) sino, además, por el hecho de mantener una cultura corporativa fuerte y homogénea con la que se sientan identificados todos los empleados, desde los más veteranos hasta las nuevas incorporaciones.

La cultura empresarial ha de transmitirse, como hemos mencionado, en todos los sentidos y desde todas las posiciones; de nada sirve que el equipo directivo se comporte de una manera que nada tienen que ver con lo que se transmite a los equipos. La cultura, al fin y al cabo, es nuestra forma de ser y lo que nos hace diferentes al resto. Si no hay unidad y coherencia, la cultura de la empresa será cada vez más débil, inestable y carente de sentido. Debemos conseguir que nuestra cultura funcione y cumpla su propósito.

 

2. Alimentar y enriquecer la cultura de empresa

Otra de las claves para mantener una cultura de empresa fuerte y sana es su crecimiento. O mejor, dicho, la consecuencia de una cultura que goce de buena salud es verla crecer. Para ello, como si de un ser vivo se tratara, es fundamental una buena alimentación y cuidado. El crecimiento es sinónimo de evolución y por tanto, una cultura corporativa que no experimente mejoras, que no innove o avance en sus propósitos, permanecerá estancada. Para conseguirlo, como en cualquier ámbito, es importante ser conscientes de la necesidad de invertir recursos: económicos y humanos.

Un equipo dedicado a esta tarea conseguirá grandes resultados a diferencia de aquellas organizaciones que no disponen de ello. Algunos de los beneficios que se consiguen enriqueciendo y trabajando la cultura corporativa son:

–          Fomenta y afianza el sentimiento de pertenencia

–          Incrementa el compromiso de los empleados

–          Aumenta la motivación de los equipos

–          Fortalece la imagen de la empresa

En nuestro caso, desde el equipo de MioGroup dedicado a trabajar la cultura corporativa de la compañía, nacen numerosas iniciativas destinadas a este fin, por ejemplo: jornadas de juego de mesas y pizza para los empleados, sesiones formativas, desayunos con dirección, programas de onboarding, jornadas de vino y charlas (con el fin de fomentar la escucha de los empleados)… y muchas otras acciones que nos permiten una mejor convivencia e integración entre las empresas que nos unimos al grupo, y un orgullo de pertenencia que nos hace ser diferentes.

Un último aspecto dentro de este apartado a mencionar es el de la apertura de mente, muy importante para el enriquecimiento. Solo mirando hacia adelante y a los demás, podremos seguir creciendo. Fijarnos lo que hace nuestra competencia directa e indirecta, mejorar lo que ya existe, experimentar, mirar fuera de nuestras fronteras y de nuestro sector, en definitiva, ver más allá y aprender.

 

3. Alinear la cultura corporativa con la misión de la compañía

La cultura corporativa ha de estar alineada con la misión de la empresa. De esta forma, la motivación, el compromiso y el rendimiento de los empleados acabará repercutiendo en los resultados de la organización.

Es más, esta alineación acabará otorgando a todas las personas que forman parte de la empresa, de la capacidad, la autonomía y la libertad para empujar hacia los objetivos globales y tomar sus propias decisiones. Al final, esto es lo que hace crecer a la empresas, que todos rememos en la misma dirección. Por el contrario, si los empleados solo miramos por nosotros mismos, es difícil que esto afecte positivamente a los resultados globales y, lo que trata de buscar el bienestar y compromiso de todos, acaba rompiéndose sin sentido alguno o incluso perjudicando.

 

Como hemos visto y, desde nuestra experiencia, creemos que la cultura corporativa va más allá de contar nuestros valores en la web. La repercusión en la misión global como individual de los empleados es ineludible y por ello, debemos cuidarla, trabajarla y mimarla para que crezca fuerte y sana. La cultura corporativa es un fiel reflejo de lo que somos, de cómo nos comportamos, de lo que pretendemos y de nuestra forma de hacer frente a los retos que se nos presenta, y esto es lo que nos diferencia de los demás y lo que nos hace ser grandes.

Tags
  • Cultura corporativa
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Fecha
septiembre 13, 2022

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