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Juntos Juntos

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Hace unos años, cuando nuestra manera más habitual de buscar algo era a través de Google, todos teníamos que aprender a hablar con las máquinas. En algún momento todos pasamos por aprender que las búsquedas se hacían de una manera muy precisa. Al buscar, por ejemplo, «zapatillas», Google podría ofrecer una gran cantidad de resultados diferentes, no necesariamente lo que estábamos buscando. Tenías que conocer los términos exactos que la máquina podía procesar, y esa era la única forma en la que podías obtener lo que querías. Había un aprendizaje implícito en cómo comunicarte con la máquina, y eso era un desafío.

Hoy las cosas han cambiado y estamos viendo algo realmente sorprendente: Las máquinas nos entienden.

Lo que antes era una tarea mecánica, donde aprendías a hablar con el motor de búsqueda en términos muy estructurados, hoy se ha transformado en algo completamente diferente. Gracias a la Inteligencia Artificial (IA), las búsquedas y la interacción con la tecnología pueden hacerse en un lenguaje natural, tal y como lo haríamos con otro ser humano.

Hoy, puedes hacer una búsqueda como «cuáles son las mejores zapas de correr, que molen y no superen los 90€» y, sorprendentemente, la máquina no solo te entiende, sino que te devuelve resultados más cercanos a lo que realmente quieres, con opciones que antes requerían que formularas tus preguntas de forma mucho más rígida.

La transformación en la experiencia de cliente con las marcas

El impacto de esta evolución de las máquinas hacia una comprensión más humana del lenguaje es bestial, especialmente en la forma en que las empresas interactúan con los clientes. La atención al cliente siempre ha sido vista como un coste, por eso no es raro que muchas empresas hayan externalizado esta labor a otros países, como Latinoamérica, en busca de un precio más bajo. Incluso en algunos casos se intenta ocultar el número telefónico en la web, porque un operador humano siempre ha supuesto un gasto adicional.

Sin embargo, la IA está cambiando esta perspectiva. Gracias a la capacidad de la inteligencia artificial para comprender el lenguaje natural, las interacciones con las empresas se están volviendo mucho más accesibles. Ya no se trata de que el cliente tenga que ajustarse a una estructura rígida de preguntas y respuestas, sino que ahora, la experiencia es mucho más flexible y personalizada.

Un ejemplo claro: un cliente entra en tu sitio web y, en lugar de hacer clic en múltiples menús o formularios, simplemente escribe (¡o dice!) algo como «necesito una chaqueta para correr en invierno que sea ligera y resistente al agua». Gracias a la IA, el sistema interpreta correctamente esa solicitud y ofrece recomendaciones personalizadas al instante. Ya no es necesario que el cliente recurra a búsquedas demasiado técnicas ni espere a ser dirigido a la sección correcta del sitio. Todo se resuelve de manera conversacional, en tiempo real, y de forma mucho más natural. Esto no solo mejora la experiencia, sino que permite una integración mucho más dinámica con el cliente, sin la necesidad de esperar horas para ser atendido por un operador.

El futuro de la integración conversacional

Lo más emocionante de todo esto es que la integración con nuestros clientes va a cambiar de forma radical. La relación entre empresas y clientes se está tornando más dinámica y directa, gracias a la capacidad de las máquinas para entender y responder en lenguaje natural. Este tipo de integración conversacional facilitará que los clientes encuentren soluciones a sus necesidades de manera rápida y sencilla, sin la rigidez de los formularios tradicionales ni la necesidad de “aprender” a interactuar con la tecnología.

Las aplicaciones de esta tecnología son infinitas y, en cuanto a marketing, nos permitirá ofrecer experiencias mucho más personalizadas y adaptadas a las demandas de cada cliente. Con la IA, podremos mantener conversaciones fluidas con los consumidores, resolver dudas en tiempo real y, lo más importante, generar una experiencia con una sensación mucho más humana que fortalecerá la relación con los clientes.

En resumen…

Estamos viviendo un momento fascinante en el que las máquinas finalmente nos entienden. Algo que en 2011 podíamos intuir con la llegada de Siri, ha tardado un poco más de lo esperado en llegar, pero finalmente lo ha hecho por otras vías. Lo que antes requería un aprendizaje sobre cómo interactuar con ellas se ha transformado en algo completamente natural. Desde las búsquedas en Google hasta la experiencia de compra, la IA está revolucionando cómo nos relacionamos con la tecnología.

Para quienes tenemos experiencia en marketing, sabemos que esto significa que las oportunidades serán infinitas. Las empresas ya no solo deben pensar en términos de simples interacciones, sino en cómo integrar una experiencia conversacional que esté completamente alineada con las expectativas de sus clientes. Y esto, sinceramente, es solo el comienzo.

Fecha
mayo 3, 2021

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